Recientemente la sociedad mexicana se vió sacudida por un hecho violento cometido por un adolescente en una escuela: un joven de 15 años disparó contra sus compañeros de grupo y la profesora; al final se quitó la vida. ¿Cómo comprender esta conducta del adolescente?
La adolescencia es una etapa difícil y cada persona la vive de distinta manera. Cuando somos adolescentes buscamos construirnos una identidad propia y deseamos ser aceptados por los grupos sociales a los que pertenecemos pero, al mismo tiempo, queremos diferenciarnos de los demás, ser únicos y sentirnos respetados a pesar de las diferencias.
En la búsqueda y construcción del sí mismo surgen las primeras manifestaciones de rebeldía, se cuestionan las figuras de autoridad y también las instituciones.
Cada época ha tenido sus formas de rebeldía: la falda corta, fumar, irse de pinta, ponerse el pelo de color rosa, vestir harapos, raparse, tatuarse, escuchar una música diferente a la que escuchan los adultos, etc. Las formas de expresión son acordes con los tiempos, contextos y circunstancias.
Sin embargo, este suceso, ha dejado estupefacta a la sociedad por la manera de expresar esta rebeldía: la transgresión del principio básico de la convivencia humana: el respeto por la vida, de uno mismo y de los otros. ¿Por qué y cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cuánto enojo puede albergar el alma humana para quitarle la vida a otros? ¿Qué argumento habita en la mente de este joven deprimido y/o sociópata?
El joven que murió nos dio su respuesta: fue protagonista por un día, se despersonalizó para convertirse en hecho mediático, en 'trending topic'.
Al vivir inmersos en el mundo virtual de Facebook y Twitter, los jóvenes han perdido su contacto con la realidad y se han deshumanizado, pero también esta conducta podría interpretarse como una manera de escapar de su realidad: familias desintegradas, ambientes familiares y sociales nocivos. Para este joven la vida no valía, esto es la depresión, la desesperanza, vivir sin sentido, no tenía un lugar, ¡era nadie!
En este contexto crecen los adolescentes de hoy: descomposición del tejido social, falta de comunicación de padres a hijos, pérdida de credibilidad en las instituciones, carencia de modelos de identificación positivos que los guíen para alcanzar metas más altas, se privilegia el valor de la inmediatez al valor de la verdad.
Para las madres con hijos adolescentes este suceso debe ser un foco rojo, una llamada de atención para estar alertas, para comprender las dificultades que tienen los adolescentes para integrarse a una sociedad que no les ofrece un futuro. Para los docentes y orientadores, también una llamada de atención para saber identificar las conductas atípicas en sus estudiantes.
Una forma de prevenir este tipo de conductas es desarrollar la capacidad para escuchar con empatía a los otros: la pareja, el compañero de clase, los hijos.
Te proponemos revisar dos videos: el primero te explica el concepto 'saber escuchar atentamente' y el segundo te permitirá reflexionar sobre el potencial de los adolescentes del siglo XXI. ¡Aliéntalos a descubrir su verdadera vocación!
Autora: Elsa Punset Fuente: YouTube |