Sobreprotección y elección de carrera
Loredo, K. Nava, G. IMOVO

Hablar de sobreprotección en una sociedad donde los índices de violencia y la inseguridad se han vuelto cotidianos resulta difícil. Los padres de familia y las instituciones educativas cumplen con su función al tomar acciones para proteger a los adolescentes de los peligros que enfrentan día con día, sin embargo, dentro del clima de inseguridad en el que vivimos, es posible distinguir diferencias sutiles entre protección y sobreprotección.

La sobreprotección de un adolescente puede llegar a tener efectos nocivos en el desarrollo de una personalidad sana y retrasar su maduración vocacional.
En IMOVO hemos identificado que los jóvenes sobreprotegidos se vuelven pasivos, temerosos y dependientes, saben que no tienen que esforzarse por obtener lo que desean, porque al fin de cuentas sus padres o los docentes terminan por resolverles los problemas; son adolescentes entre 17 y 20 años que dicen: “no sé qué estudiar, me tomaré un año sabático”, “dejé la carrera a los dos meses porque no me gustó”, “mis padres me obligaron a estudiar una carrera y realmente no sé qué quiero”.

Las consecuencias negativas de la sobreprotección se manifiestan a través de conductas concretas: falta de asertividad, dificultad para tomar decisiones e incapacidad para hacerse responsable de las propias acciones. Algunos padres de familia justifican la sobreprotección con frases como: “Nos da miedo que salga solo”, “Aunque tenga que ir a la tienda que está en la esquina de la casa no dejamos que vaya sola”, “Siempre la espero hasta que acabe sus clases de natación”, “Le presto mi coche cuando no circula porque no sabe andar en transporte”.
A continuación proponemos una lista actividades que pueden llevar a cabo padres de familia y docentes para promover el desarrollo de una autonomía saludable:

• Enséñales a utilizar el trasporte público.
• Comisiónalos a hacer las compras del supermercado o a acudir a pagar algún servicio (agua, luz, teléfono, etc.).
• Asígnales un presupuesto para sus gastos el cual deban administrar y respetar (no excederse).
• Promueve actividades deportivas, artísticas y/o culturales; éstas, deben formar parte de su rutina, simplemente porque la pasividad no permite aprender, avanzar o explorar.
• Edúcalos en la asertividad mediante actividades acordes a su edad. ¡Nunca hables por él! Que sea él quien pida las cosas, que ordene su comida, que elija su ropa, que acepte las consecuencias de sus elecciones.
• Verifica que organicen su tiempo para realizar las tareas o actividades escolares con anticipación.
• ¡Sácalos de su zona de confort! Muchas veces los adolescentes creen que pueden hacer menos cosas de las que en realidad son capaces de realizar. En la medida en que se coloquen en contextos que los inciten a poner en juego distintos recursos internos es que podrán enriquecer la idea que tienen de ellos mismos.
• Fomenta en ellos la creatividad, déjalos que encuentren soluciones prácticas a los problemas de la vida cotidiana. ¡No resuelvas los conflictos por él!
• Promueve desde pequeños el concepto de trabajo como una actividad que enaltece al ser humano y es fuente de alegría y satisfacción. ¡Destierra de su vocabulario el “me aburro”!
• Las vacaciones de verano son una excelente oportunidad para que los jóvenes exploren el mundo laboral y confirmen sus intereses vocacionales. Sé cuidadoso con los juicios que emites con respecto a la vida laboral, porque tus opiniones pueden afectar su decisión vocacional. Destierra de tu vocabulario esta frase: '¡Si estudias esta carrera te vas a morir de hambre!'.
• Fomenta la empatía y el respeto por sus semejantes, sin importar las diferencias sociales, económicas o culturales. Invítalos a ser acomedidos con el personal de servicio, con los usuarios del transporte, con el personal de intendencia de la escuela. Ser empáticos y respetuosos con los demás les permitirá ser personas seguras de sí mismas y más capaces de adaptarse a distintos entornos sociales. Enséñales con acciones prácticas a comprender el valor de la empatía.
• Desde pequeños fomenta en ellos el trabajo de voluntariado social, así conocerán otros entornos y realidades: casas hogar, asilos de ancianos, alfabetización en zonas rurales, refugios caninos. Ayudar a los más necesitados es una manera de vencer el egocentrismo y la apatía de los adolescentes.

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Adolescencia y Padres
Duración: 3:22 min
Fuente: YouTube

Sitios de interés

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