“Para aprender a convivir en sociedad es indispensable la experiencia de vida comunitaria que brinda la escuela.”
Cuando comenzó la emergencia sanitaria por COVID-19, no sabíamos que este suceso cambiaría nuestra cotidianeidad. El golpe fue abrupto, durante unas semanas se pararon servicios, jornadas laborales, reuniones sociales y clases en las escuelas. De manera paulatina e irregular, las escuelas enfrentaron el reto de continuar su labor a distancia, para evitar que niños y jóvenes detuvieran su desarrollo, los resultados frente a esta crisis no han sido del todo satisfactorios, sin embargo, fueron útiles para sacudir al sistema educativo nacional porque trajo consigo la innovación educativa.
De acuerdo con el INEGI (2020) el 28% de los chicos no concluyeron sus estudios porque perdieron contacto con los maestros y un 20% de escuelas cerraron. Estos jóvenes que suspendieron su vida escolar durante la pandemia enfrentan hoy un retraso en su desarrollo, porque, al cortar con la escuela perdieron la continuidad de sus aprendizajes, e interrumpieron el proceso de autoconocimiento y socialización.
La educación no se limita a cultivar conocimientos, incrementar el bagaje cultural o adquirir una preparación técnica, también se encarga de formar actitudes y valores, promueve el desarrollo integral de la persona: lo corporal, el intelecto, los aprendizajes basados en evidencia científica, la capacidad para comunicarse y aprender a convivir en comunidad.
“La educación tiene un impacto social significativo en la transformación de los pueblos que se refleja en la calidad de vida” [2].
Está por comenzar un nuevo ciclo escolar, es momento de ver la escuela con nuevos ojos, aprovechar las oportunidades que brindan los centros educativos para adquirir conocimientos, formar actitudes y realizar actividades que promuevan el desarrollo integral.
No veamos la escuela únicamente como un medio para adquirir competencias, sino como un espacio de socialización que nos prepara para transformar la vida de la comunidad y nos forma para contribuir al desarrollo de un sociedad más justa e incluyente.
Referencias utilizadas para elaborar esta tema
[1] Álvarez, J. (2001). Capítulo 4·. La integralidad de la educación: En buscade un modelo axiológico. En Análisis de un modelo de educación integral [Tesis doctoral]. Universidad de Granada. Recuperado de https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/4438/04-CAP%C3%8DTULO%204.pdf?sequence=5&isAllowed=y
[2] Blancas, E. (2018). Educación y desarrollo social. Horizonte de la Ciencia, 8(14), pp.113-121. Recuperado de https://www.redalyc.org/journal/5709/570960866008/html/#redalyc_570960866008_ref3
[3] Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía INEGI (2020). Encuesta de Medición de Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED). Ficha técnica, 2da edición. https://www.inegi.org.mx/contenidos/investigacion/ecovided/2020/doc/ecovid_ed_2020_nota_tecnica.pdf